miércoles, 6 de octubre de 2010

Mírala correr, poema por Aldo Arancegui

Mírala correr, desilusionada,
Preocupada, avergonzada,
Su juvenil y bello rostro,
Mancillado a un alto costo.

No hubo señal ni aviso.
¿Quién podría saber?
Que a tiempo previsto,
No llegaría a ser.

Uno apuntando al otro,
Se han repartido las culpas,
Más ella sabe que es inútil,
Nadie allí debe disculpas.

Oh, boda infortunada fue,
La de esta delicada dama,
Apenas hubiera sido ayer,
Que había estado ilusionada.

Ahora, en la cima del monte,
Con lágrimas por maquillaje,
Y una decepción enervante.
Mirando se queda al paisaje.

El frío viento de la altura,
Jala hacia atrás su vestido,
Solitaria entre la duda,
¿Por que no le habían advertido?
Era amoroso y dedicado,
Un noble y santo marido,
Pero susceptible y tentado,
Sin despedirse, se había ido.

Mírala correr, desilusionada
Preocupada, avergonzada.

No sabes, pobre muchacha,
En el monte te observa un vecino,
Llora contigo, grita contigo,
Escondido detrás de entre los pinos.
Ignora ella su identidad,
Y él así lo espera,
No sea que al verlo espiar,
Reasuma su carrera.

Se dice a sí mismo,
“No puede regresar,
Después de lo que le hizo,
No lo puede perdonar”.

Ambos antes se conocían,
Ella al él un afecto confesó,
En otro encuentro infortunado.
La respuesta no se oyó.
Sin saber su verdadera intención.
Una negativa interpretó,
Ese sentimiento era mutuo,
En decirlo él nunca se atrevió.

Lloraba, por ella y con ella.
Lloraba por no hacer nada,
La miraba correr, desilusionada
Preocupada y avergonzada.

Sentada encima del pasto,
Pisando la cola del vestido,
Su rostro oculto tras sus manos,
Lagrimoso, triste, enrojecido.

Su vigilante entre el bosque,
En silencio se le acerca
Consolarla, no puede,
Insiste en quedar cerca.

Ella no se ha dado cuenta,
Ni a sus espaldas ha volteado,
Sin descubrir permanece,
Cual fantasma, refugiado.

¿Infortunio o desliz?
Ha pisado una rama,
Sonido indiscreto,
Lo inevitable trama.

Volteó la dama asustada,
Para ver quien la acosaba,
Su viejo amigo petrificado,
Un grito o reacción esperaba.

Un ojo se encontró con el otro.
Una mirada que no hizo más.
Dos sonrisas brotaron.
Ahora el pasado quedó atrás.

El maquillaje corrido en sus mejillas,
Él quitó con delicadeza,
Tocó su piel inocente,
Y redescubrió su belleza.

Ojos indulgentes tuvo ella,
Pues en ese instante lo supo,
La respuesta siempre fue sí,
En su consciencia nunca le cupo.

Mírala correr, ilusionada,
A otro brazo va prendada,
Terminó una alegre velada,
Terminó enamorada.

Roberto Macano en: "Tiro de Gracia"

Olvídense de los Hermanos Almada, Jorge Reynoso, Chuck Norris y Machete. Ha llegado un nuevo poli a la ciudad, y no le gusta que le digan poli... Es Roberto Macano, un policía rebelde sin placa, sin ley... y SIN MADRE!!!!!

Próximamente en un cine cercano a ti.

http://www.youtube.com/watch?v=oATWxA6Lhhw